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El Zornotza Aretoa recupera la comedia romántica francesa ‘Amelie’

La película, que se convirtió en todo un fenómeno, la podremos ver el 9 y 10 de julio, a las 19:30 en el Zornotza Aretoa

Amelie echaba piedras en el canal de Sant-Martin

AMOREBIETA-ETXANO.- Cuando Jean-Pierre Jeunet estrenó, hace casi 20 años, su cuarta película como director (segunda en solitario, ya había hecho Alien Resurrección) tras codirigir con Marc Caro Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos, nunca imaginó que su destino, como el de su protagonista, también sería fabuloso. Y es que el éxito de Amélie (Le fabuleux destin d’Amélie Poulain en el original) ha traspasado lo puramente cinematográfico y se ha convertido en paradigma de lo que el gusto popular concibe como cine francés además de configurar la imagen que, a día de hoy, sobre la capital francesa habita en el imaginario colectivo, y se ha erigido como fenómeno de culto con una legión de fans en todo el mundo.

La película narra la historia de la joven camarera Amélie Poulain, quien el mismo día que se entera de que Lady Di fallece en un accidente de tráfico, descubre que en su baño hay una pequeña caja que contiene juguetes, fotografías y cromos que un chico escondió cuarenta años atrás. Decide entonces buscarlo y entregarle la caja. Una vez hace la devolución de la caja y nota la positiva reacción de su dueño, Amélie tiene un nuevo propósito para su vida: lograr que las personas que están a su alrededor se sientan felices.

Pese a que algunos críticos renegaron de ella en cuanto se ganó el corazón del publico, Amélie enamoró a todos. Con 23 millones de espectadores en todo el mundo (sin contar las veces que la han visto los ameliers), es una de las cinco películas francesas más taquilleras de la historia -solo superada por películas como «Intocable» o «Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?».  Pero hay más: arrasó en los Premios de Cine Europeo y los César, y tuvo cinco nominaciones a los Oscar, algo inaudito para una cinta hablada en francés. Amélie marcó un fenómeno muy poco usual en su fecha: desbancar a las siempre taquilleras películas estadounidenses en Francia y lograr una gran repercusión fuera de su país, en mercados tales como EE. UU., Europa, Hispanoamérica y Asia.​

La película Amélie fue rodada casi íntegramente en el barrio parisino de Montmartre. Actualmente ha surgido una tendencia entre los turistas a realizar el denominado ‘El fabuloso tour de Amélie Poulain’ o también ‘El París de Amélie Poulain’ que recorre los escenarios más populares de este barrio donde fue rodada la película.

  • ‘Les deux moulins’ (Los Dos Molinos). Es la cafetería donde Amélie trabaja y donde se conocen y dan encuentro la mayoría de personajes importantes de la película. El propio director, Jean-Pierre Jeunet es un cliente habitual de este bar en la vida real ya que su casa se encuentra justo delante, puede que por esto escogiera a esta cafetería como escenario clave de la película. Antes de rodar Amélie, el dueño del local pensó cerrar el negocio porque no funcionaba demasiado bien, pero después de la película, este se ha convertido en uno de los puntos más turísticos del barrio y compite en reclamo turístico con la Torre Eiffel. La cafetería conserva los neones del techo y la característica puerta del baño. No busquen el estanco desde el que la hipocondriaca Georgette se enamoraba del controlador Joseph ni el cristal en el que Amélie escribía el menú diario.
  • La boca de metro de Lamarck-Caulaincourt. En la película hay una escena en la que Amélie coge a un invidente del brazo y le hace un recorrido por la zona comercial del barrio haciendo una detallada descripción de cada escenario para que él lo pudiera sentir. El recorrido termina en la boca de metro de Lamarck-Caulaincourt.
  • Metro Abbesses. No se sabe con certeza dónde está la casa de Amélie, pero se sabe que está en la zona de Abbesses, en Montmartre. De hecho, la película en un principio iba a llamarse Amélie des Abbesses pero ese título se desechó porque este barrio no es conocido fuera de París. Esta parada de metro es la que más utiliza la protagonista por ser la más cercana a su casa. El primer encuentro entre Amélie Poulain y Nino Quincampoix se produce en esta parada de metro, aunque en realidad fue la parada de Porte des Lilas decorada como si fuese Abbesses.
  • Sacré-Cœur (Basílica del Sagrado Corazón). Una de las partes más populares de la película es cuando Amélie realiza un juego para devolverle su álbum de fotos a Nino. Este juego comienza en el carrusel de la feria de la Place de La Villette y sigue en los jardines que suben hasta la basílica, terminando en uno de los miradores del Sacré-Cœur.
  • La frutería ‘Épicerie Collinot’ . Este escenario aparece bastantes veces en la película y es bastante importante, de hecho al principio de la película, esta frutería forma parte de la presentación de Amélie. El dueño del local, un argelino llamado Alí, supo aprovechar la fama que adquirió el comercio a partir de la película y grabó varios discos musicales. Las portadas de sus CD están expuestas en la misma frutería. Alí decidió conservar el decorado de la película, puso flores, figuritas de animales, gnomos de jardín y, ¡voilá!, su vida cambió. Además de comprar fruta, cualquiera que se pase por el número 56 de la rue Trois Frères podrá ver las polaroids del enanito viajero de Amélie y adquirir, entre otras cosas, pósters y postales.
  • Canal de Saint-Martin. Es el canal donde Amélie lanza piedras contra el río cuando está triste o estresada, que empieza en la Plaza de Stalingrado y acaba en la Bastilla. En verano, al caer la noche, los jóvenes de la capital francesa se reúnen en sus orillas para comer queso con uvas y beber champán. La sofisticada alternativa parisina a nuestro calimochero botellón.

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